Apenas puedo sostener la bolsa que cuelga de mi hombro. La maleta está más atiborrada aún; no creo que las ruedas aguanten hasta la parada de taxis. Echo un último vistazo al apartamento.
–Quiero que sepas una cosa –le digo antes de cruzar la puerta, intentando disimular mi rabia y mi humillación.
Rebusco en mi cabeza y no atino el qué.
2 comentarios:
Juraría que ya lo he leido, pero aún así "no me canso"(como diría Carlos Chaouen). Un beso
...
Sí, sí... sólo le he puesto título. ;-)
Otra para ti.
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