lunes, 30 de marzo de 2009

El imprevisto

Estuve dándole vueltas todo el día; al final decidí memorizar cada letra, cada sílaba para no dejarme nada, incluso ensayé las pausas; todo lo grabé en mi cabeza, pero ¡ay tonta de mí! no conté con un imprevisto: mi absoluta falta de valor. Menos mal que no se presentó.

No hay comentarios: