-Mamá, ya no estoy con Alicia. Se ha acabado.
Cuando hablo de Alicia nunca me mira abiertamente, siempre busca una ocupación para fijar su atención. Mi madre es de reacciones previsibles y simples, muy simples.
Pero hoy me mira fijamente, como si quisiera hurgar en mi cabeza. Adivino en su expresión una mezcla de alivio y remordimiento. No, no quiero que se sienta mal. Le sonrío.
-Lo de ir con mujeres ¿se ha acabado entonces?
No le contesto. Una expresión de angustia invade su rostro.
-Niña, pues ya sabes que de esto a tu padre, nada de nada.
6 comentarios:
No entiendo-- todo lo que escribes, y eso es increíble
porque al final le encuentro varias formas
y todas extraordinarias de contar una historia
fin
jajaja ... un beso a todas las madres simples ¡¡
Gracias por pasaros por aquí...
Sí, me adhiero al beso a esas madres ;-)
Mebex, encontrar varias formas de releer algo es lo más.
Un abrazo.
Cuando muere una mujer, parece que mueren todas las mujeres.
Del duelo central, parece que tu madre no se ha percatado.
Cada cual llora a sus muertos, aunque algunos esperan que "resucites".
Un beso!
Vaya!! 3 historias , muchas gracias. Me encantan tus microrelatos, los mini,los largos... Sigo leyendote atentamente.
...
!Eh¡ Gracias por seguir pasando por aquí.
Publicar un comentario