martes, 21 de septiembre de 2010

El indeseable visitante

-¡Ya sé que son las doce de la noche pero tienes que venir a buscarme...! ¡Te lo suplico, ven! Me veo incapaz de vestirme y coger el coche.... ¡Por favor!

Es lo que pasa con las ex, o las apartas hasta convertirlas en un vago recuerdo, o se transforman en la omnipresente amiga-confidente-colega (todo eso que te hubiera gustado tener antes). El problema es la máxima que les rige a partir de entonces: la confianza no tiene límites.

Cuando abro la puerta de su apartamento miro con cautela y, por qué no decirlo, con aprensión el suelo. Toparme con un ratón tampoco me entusiasma.

Sigo hasta el salón y la veo sentada en el sofá, las piernas recogidas alrededor de sus brazos, con la cara metida entre las rodillas, llorando desencajada.

-Mañana pongo el piso en venta -me dice entre sollozos-. Ni me molesto en recoger lo que tengo. ¡No lo soporto! Cuando pienso que ese bicho ha podido pasearse por toda la casa, desde vete a saber cuándo...

Consigo calmarla un poco. Le propongo que pase unos días en casa, hasta desratizar y limpiar a fondo el apartamento.

Mientras estoy recogiendo ropa del armario no puedo dejar de pensar en la mujer que está llorando al otro lado de la pared, como si la audaz, resolutiva y hasta cierto punto osada persona que conocía se hubiera esfumado; pero no estoy decepcionada ni mucho menos sino enternecida.

Antes de salir del dormitorio cargada con su ropa, me fijo que detrás de la cómoda asoman un par de ojitos negros, brillantes, tras un hocico puntiagudo y pequeño. Entreveo que el resto no será mucho mayor. Nos miramos con pavor; aunque estoy segura de que si pudiera hablar aprovecharía para darme las gracias por llevarme a mi alterada amiga.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por volver!


...

Univocidad dijo...

Me ha gustado la atmosfera que trasmite tu blog, parte de tu esencia ya veo.

me gusta lo que leo.

Cariños

Casandra dijo...

Gracias por seguir ahí...

Lía. dijo...

Casandra... como es que me haces coincidir contigo en eso de que tu ex se vuelve la mejor consejera, confidente y amiga... cuanta verdad hay en eso; aunque para eso también debe haber mucho afecto involucrado y madurez adquirida.-
jajajaja, lo del ratón bueno una insólita manera de conocer aquel lado mas simple que inusualmente se muestra y que con algo tan desagradable puede dejarte al descubierto.- Lindo gesto el tuyo, generosa tu acudída hasta aquel indómito lugar.-

Un gusto y mi abrazo-