jueves, 22 de septiembre de 2011

En el ascensor

Estamos solas... en el ascensor de la empresa. Es la primera oportunidad que tengo de ir más allá del hola o adiós. Cierro los ojos y me armo de valor.

Por favor, dime que tengo alguna oportunidad.

Se lo digo en voz baja, de corrido... creo que mi respiración ha ahogado las palabras...

Ella se vuelve y dice:

Perdona ¿me hablabas?

El ascensor se para en la quinta planta y entra alguien... apenas le conozco. Nos saluda, más a ella que a mí; empiezan a charlar como si yo no existiera. Me siento tan torpe y tan poquita cosa...

El ascensor se para en mi planta. Las puertas se abren. Salgo con la mirada baja y sólo acierto a decir un lacónico adiós.

Las puertas se van cerrando tras de mí, pero antes logro oír nítidamente de ella.

–!Sí, claro que la tienes!

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